La oftalmología estudia las diferentes enfermedades que pueden afectar a los ojos dedicándose a prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades incluyendo la cirugía a la hora de tratar las diferentes afecciones.
Médico cirujano oftalmólogo con subespecialidad en oncología ocular, órbita, cornea, superficie ocular y cirugía refractiva; con experiencia de más de 25 años en donde he desarrollado un prestigioso servicio a tiempo completo en la práctica clínico-quirúrgica.
Soy director y profesor asociado de oftalmología de la Unidad de Órbita y Oncología del Instituto Nacional de Oftalmología. También soy fundador y director del Programa de Becas de Oculoplástica, Órbita y Oncología en el Hospital Central Militar afiliado a las Fuerzas Armadas de Nueva Granada Universidad y de Calle Centro Oftalmológico en Bogotá, Colombia.
Soy el director médico de Postgrado en la Clínica y Hospital Universitario San Rafael desde hace 7 años, soy especialista en educación médica, epidemiología y análisis crítico de la literatura científica de la Universidad de los Andes y de ética médica de la Universidad El Bosque.
Hice mi residencia en el Hospital y Clínica de la Universidad de San Rafael afiliado a la Universidad Militar Nueva Granada en Bogotá, Colombia y en ultrasonido y fotografía oftálmica en el Bascon Palmer Eye Institute de Miami para después hacer una residencia en Oncología Ocular y Orbitaria en el Wills Eye Hospital. Universidad Thomas Jefferson de Filadelfia, Estados Unidos.
Soy revisor oficial de las revistas de Oftalmología, Eye, BMJ, AJO, Orbit (en el campo de Oncología y Órbita), consultor internacional en tumores de Órbita para la PAAO (Asociación Panamericana de Oftalmología), y el redactor editorial de Franja Ocular desde hace seis años.
Desde hace dos años soy el Fundador y director del Programa para Latinoamérica del Ocular-Orbit Oncology Fellowship patrocinado por la Eye Cancer Foundation de Nueva York y miembro del comité asesor científico de la misma Fundación.
He dictado muchas conferencias internacionales en América Latina, América del Norte y Europa y he recibido prestigiosos premios que incluyen JCI (Premio a los 10 jóvenes emprendedores creativos 1996), Ocular Tumos Board (AAO) 2001, 100 mejores médicos de América Latina (Por 10 años).
Las áreas de interés e investigación de mi clínica incluyen: Oncología Ocular y Orbital, Inmunoterapia, Trauma Orbital, Cirugía Multidisciplinaria de Reconstrucción Orbital, Cirugía refractiva, uso Estético y No Estético de la Toxina Botulínica (Botox) y Cirugía de Cataratas.
Herede la pasión por la medicina, la oftalmología y la cirugía de mi padre, quien también fue profesor de oftalmología, con quien trabaje durante varios años.
Idiomas: Español, Inglés, Portugués e Italiano.
Este procedimiento lo hago utilizando lentes intraoculares premium de última tecnología, monofocales, trifocales, etc.
La operación de cataratas consiste en la extracción de la parte del cristalino que está opacificada para devolver la visión al ojo. En general se tiende a su sustitución por una lente artificial que se coloca en el mismo sitio que el cristalino original (lente intraocular), o restaurando la visión que se había perdido a consecuencia de las cataratas. Al igual que cuando un cristal de las gafas está estropeado lo cambiamos por uno nuevo, cuando se produce la catarata, tenemos que cambiar la lente o “cristal” que tenemos dentro.
Es por esto por lo que el tratamiento de una catarata sea exclusivamente quirúrgico. Para ello extraemos el cristalino opaco, bien en su totalidad o bien abriendo su cápsula y extrayendo la parte interior o núcleo, siendo esta última la forma habitual de intervención. Para compensar la pérdida de la lente natural del ojo se introduce una lente de material sintético, conocida como lente intraocular, reemplazando así al cristalino, lo que permite una mejor recuperación visual. Para la extracción del núcleo del cristalino disponemos de dos opciones, bien puede ser extraído en su totalidad, lo que obliga a realizar una incisión grande para facilitar su salida o bien puede ser eliminado directamente en el interior del ojo mediante ultrasonidos o láser.
En el primer caso la técnica se denomina extracción extracapsular del cristalino, siendo actualmente infrecuente su utilización. Cuando eliminamos directamente la catarata en el interior del ojo, la técnica se llama facoemulsificación, siendo ésta la forma standard en cirugía de la catarata ya que precisa una incisión mínima y permite una recuperación más rápida.
La técnica LASIK (siglas en inglés de “Láser in situ Keratomileúsis”) es la más extendida en la actualidad por su seguridad y eficacia. Consiste en la modificación de la forma de la córnea (Queratomileúsis: del griego, querato: córnea, y mileúsis: esculpir) mediante la aplicación del láser Excimer en su interior.
Previamente se ha levantado una fina capa de tejido corneal que posteriormente es recolocada y se adhiere sin necesidad de puntos. La corrección del defecto refractivo se realiza de esta manera, con mínimas molestias para el paciente y una recuperación muy rápida.
La anestesia para esta técnica quirúrgica es tópica (con colirio) y no es necesario el vendaje ocular postoperatorio. La precisión y seguridad de la técnica LASIK hacen de ella el procedimiento quirúrgico de elección para la mayoría de los defectos refractivos
El término LASEK (Láser-Assisted Subepithelial Keratectomy), significa Queratectomia Subepitelial Asistida con Láser y es una técnica que podría considerarse una combinación entre el PRK y el LASIK.
Qué puede esperar durante el procedimiento:
Reconstrucción de parpado superior e inferior
La reconstrucción de párpados es un procedimiento quirúrgico que se usa para corregir los defectos palpebrales que se producen a partir de la resección quirúrgica de tumores, traumatismos o anomalías congénitas como un coloboma. La reconstrucción de los párpados debido a la resección quirúrgica de neoplasias, como los cánceres de piel extirpados mediante cirugía micrográfica de Mohs, requiere una consideración adicional.
La restauración del párpado superior es mucho más complicada que la del párpado inferior. Es necesaria una deliberación cuidadosa para el enfoque de la reconstrucción, ya que la reparación depende en gran medida de la ubicación y la extensión del defecto.
Los párpados cumplen funciones esenciales para la cara. Además de brindar apariencia cosmética, el párpado protege mecánicamente la córnea y el globo ocular. Además, las glándulas de Meibomio en el tarso producen lípidos que, al contraerse el orbicular de los párpados del tarso, estabilizan la película lagrimal para prevenir la sequedad ocular.
La reconstrucción del párpado es necesaria cada vez que hay un defecto del párpado debido a una combinación de los posibles déficits cosméticos y funcionales, como se mencionó anteriormente. Dependiendo de los resultados de la cirugía, puede ser necesaria una cirugía de revisión.
Blefaroplastia superior:
Los párpados pueden perder su posición natural por diferentes causas que van desde alteraciones al nacer hasta una evolución senil de los mismos. En estas condiciones los párpados pueden quedar caídos, lo que conocemos como ptosis palpebral, pueden quedar abiertos, lo que es un ectropion, o pueden quedar hacia dentro, condición conocida como entropion. En estas situaciones se producen molestias varias bien por lagrimeo en el ectropion, por roce con las pestañas en el entropion o pérdida del campo de visión en la ptosis palpebral.
Cuando los párpados pierden su estabilidad y función el cirujano oculoplástico debe realizar la corrección anatómica adecuada para re-establecer las condiciones originales del párpado reinsertando los tendones palpebrales o avanzando los músculos que han perdido sus fuerzas.
Estas cirugías tienen además de un propósito funcional y reparador, un enfoque cosmético al ser hechas a través de incisiones no visibles u ocultas.
Blefaroplastia inferior:
La cirugía estética de los párpados se denomina científicamente blefaroplastia. Esta cirugía estética permite corregir el aspecto fatigado o avejentado en la mirada debido a las alteraciones alrededor de los ojos.
La cirugía estética de párpados se realiza directamente sobre los párpados sin tocar el globo ocular. Al avanzar de edad, la piel del párpado se estira, los músculos se debilitan y la grasa se acumula alrededor de los ojos ocasionando que se formen “bolsas” en la parte superior e inferior.
Esta cirugía estética de párpados “blefaroplastia” retira el exceso de piel, bolsas adiposas si las hay y parte del músculo orbicular en caso de ser necesario, mejorando el aspecto de la mirada cansada, refresca la misma y la rejuvenece
Melanoma uveal: Un melanoma intraocular es una de las formas más comunes de cáncer de ojo. Puede desarrollarse en el iris, el cuerpo ciliar (región del ojo detrás del iris que produce el humor acuoso) o en la coroides vascular en la parte posterior del ojo. Esta forma de cáncer de ojo ocurre con mayor frecuencia en adultos de 60 años o más.
Linfoma intraocular: Esta forma de cáncer es una forma rara de linfoma que comienza en el globo ocular.
Tumores de párpado: La forma más común de cáncer de párpado es un cáncer de piel llamado carcinoma de células basales. También existen otros tipos de tumores de párpados, como el melanoma maligno, el carcinoma de células sebáceas y el carcinoma de células escamosas. La mayoría de estos tumores se pueden extirpar con cirugía.
Tumores conjuntivales: Los linfomas, los melanomas y los carcinomas escamosos son tumores que crecen en la superficie del ojo.
Tumores de las glándulas lagrimales: Este tipo de tumor crece en las glándulas lagrimales.
Retinoblastoma: esta forma de cáncer es un cáncer de la retina, el tejido del ojo sensible a la luz. La retinoblastoma, el cáncer ocular infantil más común, generalmente se desarrolla en niños menores de 5 años. En casi un tercio de los casos, la retinoblastoma ocurre en ambos ojos debido a una mutación en el gen RB1. Los padres a menudo notan leucocoria, o color blanco en la pupila, como el primer signo, que resulta de tumores de retinoblastoma.
Qué son:
Los tumores orbitarios son crecimientos anormales de tejido en las estructuras que rodean el ojo. Estas lesiones pueden ser benignas o malignas y pueden surgir principalmente de la órbita o pueden diseminarse (hacer metástasis) desde cualquier otra parte del cuerpo.
Los tipos más comunes de tumores orbitarios varían considerablemente según la edad, pero incluyen quistes, lesiones vasculares que surgen de los vasos sanguíneos, linfomas, tumores neurogénicos que surgen de los nervios y tumores secundarios ya sea metastásicos o diseminados directamente desde los senos paranasales circundantes o el cráneo.
Tratamiento:
Existe una variedad de opciones de tratamiento para estos tumores, y la modalidad utilizada depende del tipo de tumor. Siempre que sea posible, estas lesiones se eliminan mediante técnicas quirúrgicas cuidadosas.
Sin embargo, no todos los tumores requieren extirpación quirúrgica y, en algunos, la radiación, la quimioterapia o la inmunoterapia pueden ser la forma de tratamiento indicada.
Las fracturas orbitales son roturas en cualquiera de los huesos que rodean el área del ojo (también conocida como órbita o cavidad ocular). Estas fracturas son casi siempre el resultado de un traumatismo por fuerza contundente, ya sea por accidente o por deportes. Las fracturas orbitales pueden causar una multitud de problemas según dónde se ubiquen y qué otras lesiones asociadas puedan estar presentes. Debido a esto, la evaluación oftalmológica detallada es primordial para ver qué fracturas pueden requerir corrección para restaurar la función visual normal.
Tipos de fracturas orbitarias:
Las fracturas orbitarias se pueden clasificar en tres tipos distintos:
Si la fractura ha afectado el movimiento, la función o la ubicación del ojo, es posible que se deba realizar una cirugía reconstructiva.
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